Si la ciudad que te toca visitar es San Pablo, tenés que aclararle a todo el mundo que no vivís con una caipiriña en la mano y que la playa más cercana está a dos horas de distancia como mínimo.
La metrópolis de San Pablo no es turística, o así no la piensan quienes la gobiernan. Los folletos te invitan a quedarte un día más y como mucho, las guías te planifican un recorrido semanal. Acá se viene a estudiar, a trabajar, pero no a vacacionar. Y como ciudad parece darle la espalda al disfrute de sus calles, salvo aquellos destinos más conocidos como la Rúa Oscar Freire, la Avenida Paulista, el Parque Ibirapuera y el barrio Vila Madalena.
Foto de la exposición "São Paulo Terra, Alma e Memória" |
A
mis ojos, es una ciudad con mucho potencial pero con muchos lugares y
rincones muy dejados. Todavía no podemos comprender como las calles
donde están los grandes teatros se encuentran repletas de seres
necesitados de drogas, plata o vida.
Después
de esperar unos cuantos días y con una lista de puntos claves para
visitar, en nuestra recorrida por el centro de la ciudad tuvimos que ir
dejando algunos sitios sin ver por las situaciones que se nos iban
presentando. A la noche, ya de vuelta en nuestro departamento, pudimos
enterarnos de que una mujer acababa de morir a pasos nuestros, enfrente
del Teatro Municipal de São Paulo, nada más y nada menos que a hachazos.
San Pablo tiene eso, de repente pasas de la arquitectura más exquisita a
la brutalidad del hombre.
2 comentarios:
El centro de San Pablo es muy seguro, pero conviene ir con una bazuca, 4 granadas de mano y 5 guardaespaldas jajaja
Jajajaja... yyy está complicado. Ojo que cambie, porque hay muchos lugares importantes.
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