Una banfileña perdida en San Pablo

De Viaje Por San Pablo

La primavera paulista

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Los Bandeirantes

De Viaje Por San Pablo

Um copo de cerveja, por favor

De Viaje Por San Pablo

El Mercado Municipal

De Viaje Por San Pablo

100 días de viaje

De Viaje Por San Pablo

28.11.13

Pequeñas grandes victorias

Existen diversas maneras de aprender un idioma nuevo. En este viaje por San Pablo, como no hablaba más de cinco palabras, decidí que esta vez iba a aprender despacio, sin demasiadas guías, obligada por cada necesidad. Así, en cada nueva interacción surgían preguntan, pedidos de explicaciones, visitas a los diccionarios en papel y búsquedas insistentes en el WordReference.com.

Salvo en las conversaciones con mi pareja, todo lo que escuchamos, leemos o miramos está en portugués. Después de cuatro meses, puedo decir que no existe mejor ejercicio que ese. Si bien mis producciones de portugués siguen siendo pobres, entender lo que otro te quiere decir, se convierte en una victoria invaluable.
 
Al prender el televisor, programa tras programa, fui entendiendo ese idioma desconocido pero que de a poco iba desmenuzando y comprendiendo. Como se ve en la foto, al leer revistas, diarios y folletos fue conociendo más sobre el país, la cultura, las preocupaciones y las singularidades de este pueblo.

Cada interpretación implicó un desafío y un poner en acción. Algo que entendí es que con resistencia no se aprende. Sólo cuando te dejas llevar por el idioma, aprendés y hasta soñás en ese idioma.

Bastante bien para esta argentina que siempre se resistió al portugués y que ahora devora todo lo que le llega a las manos o se le planta ante los ojos.

Agora eu posso dizer que falo um pouco do português, ainda me custa, mas eu entendo muito mais. Bom día, gente.


27.11.13

Navidad, navidad, ya llegó la Navidad

A semejanza de Venezuela, donde hace un tiempo decretaron la Navidad, en San Pablo todos los shoppings y galerías comerciales se vistieron de dorado, rojo, verde y blanco. Desde los primeros días de Noviembre, se puede sentir el espíritu navideño en demasía.

Con el objetivo de atraer clientes, entre los shoppings compiten por ver quién es el que más gasta en decoración y algunos rozan el millón de reales.

Más allá de eso, como amante de las fiestas, nosotros aprovechamos para disfrutar del clima anticipado y hasta Papa Noel nos dedicó un saludo personalizado.







 





 

23.11.13

Piri, pipiri, pipiri, piri piradinha... ela tá maluca

No sé si allá, en Buenos Aires, ya está sonando este tema. Sino prepárense, porque desde que llegamos a Brasil que no dejó de sonar. 


Así como otros años, nos saturaron con "Ai se eu te pego", de Michel Teló, no tengo dudas de que el tema de Anitta y "Piradinha", de Gabriel Valim, van a dominar las radios porteñas. Y como siempre, a más de uno, nos va a pasar de estar cantándolas aún cuando no nos guste esta música.



22.11.13

La Mafalda brasilera

En Argentina, nosotros tenemos a Mafalda como un ícono de todos los tiempos. Por esas coincidencias de los países vecinos, acá en Brasil existe un personaje muy parecido que este año cumplió 50 años. Mônica, o más conocida como la Turma da Mônica, algo así como Mônica y sus amigos o la banda de Mônica, sirvió como fuente de alfabetización a incontables generaciones brasileñas. La caricatura, creada por Maurício de Sousa, está inspirada en su propia hija. Actualmente, Mônica es embajadora Unicef, embajadora de la Cultura y del Turismo en Brasil. Nada mal para un grupo de personajes de niños de 7 años que son los dueños de la calle, como se los conoce.
Crédito: http://meusjogosdemeninas.uol.com.br/blog/50-anos-de-turma-da-monica/
Crédito: http://webliste.com.br/se-divirta-com-os-jogos-online-da-turma-da-monica/
Crédito: http://turmadamonica.uol.com.br/
Por lo que pude averiguar, Mônica también tiene su propio videojuego estilo Wonder Boy y dibujitos animados que pasan todas las semanas por la señal Rede Globo.


A manera de celebración por estos primeros 50 años del personaje, este mes en las calles de San Pablo, se pueden apreciar 50 muñecas del personaje intervenidas por diferentes artistas.
Crédito: http://www.justlia.com.br/2013/11/monica-parade-em-sao-paulo/
Todo el mundo aprovecha para sacarse fotos con las diferentes esculturas. Nosotros no pudimos resistirnos y también sacamos algunas fotos:


21.11.13

Belleza natural


El detalle más precioso que tiene la ciudad es que en muchas calles se pueden ver orquídeas colgando de los árboles. En barrios como Jardins, Vila Madalena, Bela Vista o Vila Mariana, por mencionar algunos, muchos árboles tienen incorporadas plantas en sus troncos. Vendría a ser como una decoración de esos troncos indiferentes, largos, simples y obscuros. Muchos cortan macetas y las enganchan a los árboles. Otros usan unas macetas especiales de musgo que se funden con los troncos.


Investigando un poco sobre el tema, me enteré que desde 2011, en Vila Madalena, existe un proyecto especial para embellecer las calles con orquídeas. La idea, comandada por un profesor, es compartir la belleza de las orquídeas con todos los vecinos. Si les interesa, este es el link de la página de Facebook del proyecto Orquídeas na Vila: https://www.facebook.com/pages/Orqu%C3%ADdeas-na-Vila/154795047934873

Por último, comparto algunas fotos recolectadas de la web que muestran más árboles embellecidos: 

Crédito: http://gardensofmylife.blogspot.com.br/2011/12/orquideas-em-arvores.html

Crédito: http://www.gilmarcarneiro.com/2012/01/sao-paulo-sol-chuva-e-flores.html

Crédito: http://www.panoramio.com/photo/31681886

20.11.13

Reacciones, reflexiones y aprendizajes

Después de muchos meses de silencio y largas noches de planificación, cuando anunciamos que estábamos emprendiendo este viaje tuvimos todo tipo de reacciones.

Algunos, los más cercanos, se alegraron por nosotros y nos trataron de asesorar en todo lo que pudieron. Estuvieron y están ahí, día a día, sosteniéndonos a miles de kilómetros de distancia, callando que nos extrañan y poniendo sus mejores caras.

Otros, de diferentes círculos sociales, se mostraron más cautelosos. Pero también están presenten y nos esperan, nos preguntan y dejan que nuestro viaje se vaya haciendo, paso a paso, con nuestras propias experiencias.

Pero también hubo varios que ante la noticia imaginaron no se qué paraíso que anhelan sus mentes y proyectan en uno cosas que no existen. Muchos sabrán que es difícil lidiar con la imaginación de los demás. Más aún cuando hay días que distan mucho de habitar el paraíso y los demás piensan que estás pelando cocos todo el día.

Como no me canso de decir, generalizando un poco, al parecer existen dos Brasil: el de las playas y el de las ciudades, el idílico y el brutalmente real, el extremadamente rico y el dolorosamente pobre. Así como también dos tipos de brasileros: el que te lleva por delante, es asquerosamente soberbio, te mira desde arriba y te tira su auto en las calles, o el que grita por todo, sin tener demasiados motivos, pero que te sonríe cuando te ve llegar, trata de ayudarte y hasta se aprende algunas palabras en español y te las dedica para que te sientas más en casa.

Mientras tanto, acá estamos, casi al final de este camino, contando las horas, entre Argentina y Brasil, entre los distintos imaginarios, con un pie en cada lado y aprendiendo de cada cosa.

15.11.13

Deliciosas, naturales, saludables, pero casi prohibitivas



Una de las mejores anécdotas de este viaje tuvo lugar en el Mercado Municipal de San Pablo. Era nuestra primera visita y estábamos fascinados por todo lo que veíamos: especias, carnes, frutas, comida, bebidas, gente y más gente. Enseguida quedamos deslumbrados por el movimiento propio del mercado.
 
Vista de la muchedumbre que visita el Mercado

Después de transitarlo varias veces, aprovechamos para comer algo típico, para luego seguir dando vueltas mirando cada detalle hasta detenernos ante un puesto de frutas. Habíamos sido acosados por los comerciantes de frutas desde que habíamos entrado. Como en cualquier comercio donde quieren vender, los vendedores te llaman a los gritos, se te paran enfrente o te aproximan alguna fruta para que pruebes. En este caso, un chico de veinte y pico se nos acercó con una fruta peluda cortada al medio para que la degustáramos. 

Frutería

Como ya habíamos comido, no pudimos resistir la tentación de saborear algo dulce en la boca. Ya situados frente a todas las frutas que vendían, el vendedor nos fue dando diferentes frutos: goiaba, maracuyá, dekopon, ciruela, ananá, rambután (nombre de la fruta peluda), caqui, higo, pitaya, frutilla y alguna más que me debo estar olvidando. Después de semejante desfile de frutas, algunas que jamás habían visto nuestros ojos, le empezamos a decir cuáles queríamos llevar y el frutero iba separando todo en una bandejita. Yo le decía: dos de esta, dos de aquella, hasta que le dijimos que eso era todo lo que íbamos a llevar.

Contentos por haber probado tantas frutas, esperamos a que el chico haga las cuentas en la parte de atrás de una bandeja. 

Gente y más gente

En esos segundos que dura algo, miré los carteles y a la multitud que pasaba, hasta que me desveló la voz del vendedor diciéndonos que lo que queríamos llevar nos iba a salir 185 reales, algo así como 500 pesos argentinos. Creo que pocas veces abrí la boca y los ojos de esa manera. Sencillamente no sabía dónde meterme. Acto seguido lo miré a mi novio y le dijimos al mismo tiempo que no podía ser. El chico, medio desconcertado por nuestra reacción, nos empezó a mostrar todos los carteles de las frutas que tenían sus precios por 100 gramos, algo que yo había mal interpretado y pensé que los valores eran por kilo. 

¡185 reales!

Yo quería salir corriendo del mercado pero algo íbamos a tener que llevar porque nos habíamos comido como 10 frutas en la degustación. Después de algunas idas y vueltas de palabras y gestos, nos hizo un combo de frutitas y las llevamos por R$20. Lo terrible de esto es que muchas de esas frutas las venden en los supermercados a precios increíblemente más bajos que ahí. Y nosotros pensábamos que el mercado era un lugar para proveerse de frutas. ¡Ilusos!



Todas nuestras compras

12.11.13

La gloria


En mi caso, tocar el cielo con las manos se reduce a recibir... 1 kilo de yerba Rosamonte Especial.  
Por suerte, este cargamento llegó cuando ya estaba contando los mates que me quedaban de mi yerba preferida. 
Sí, soy bastante simple, pero amo tomar mate esté donde esté. Y como dice mi vieja: me gustaría ser tu mate, viaja más que yo.



11.11.13

Alguien como ella



Desde que llegamos a suelo brasileño hay algo que no deja de atormentarme. Prendo el televisor y recorro los canales en su búsqueda.

Agarro el diario y paso las hojas tratando de encontrarla. Miro las vidrieras pensando en ella, pero no aparece. Todos los días me pregunto lo mismo y todavía no pude saber la respuesta: ¿Existirá una Anamá argentina?

Busco y busco por todos lados, algún caso similar de exportación argentino pero hasta ahora no me topé con ninguno. Si la cosa sigue así, no quedará otra que postularme. No por ser modelo de nada, sino por mi excéntrico uso del idioma.

http://norainiesta.com/?p=1532
Foto de http://norainiesta.com/

8.11.13

La Paulista

El ícono indiscutido de San Pablo es la Avenida Paulista. Son algo más de veinte cuadras de oficinas, bancos, financieras, galerías comerciales, un parque amazónico, un museo de arte y cientos de edificios.

En la Paulista te vibra el corazón de ver una ciudad en movimiento con gente que va y viene, camina rápido o se pierde en un barcito con una cerveza en la mano. Por la avenida podes ver decenas de parejas de todos los tipos que transitan de la mano pavoneando lo que realmente se llama el orgullo gay.

En sí la Paulista es un espectáculo aparte, donde convive el lujo de los helicópteros, con el frenesí de los empleados, pero también la marginalidad de los vagabundos que nadie mira y la presencia de los crackeros que siempre llaman la atención tratándose de pelear con algún transeúnte porque sí.

Sin lugar a dudas, cuando ya cae la tarde, uno de nuestros paseos predilectos es recorrerla diariamente de punta a punta, disfrutando cada nuevo detalle que tiene para ofrecer.

7.11.13

100 días

Ya pasadas las dos cifras, llegamos a los 100 días. Son 100 días afuera de casa, en otro país, los dos solos. 100 días con mi pareja, mi compañero, mi amigo, mi confidente y mi amor.

100 días sin tu vida diaria. 100 días sin tu familia. 100 días naranjas, grises, negros, amarillos o blancos. 100 días que fueron para un lado y después volvieron. 100 días que contás, porque son 100 días que no hablaste todo lo que querías con tus viejos, con tus hermanos y con tus amigas. 100 días que contás, por cada cosa que te perdiste, cada sonrisa de tus sobrinos que no viste y cada beso de tus perras que te faltaron.

100 días sin tu barrio, sin tu idioma, sin tus ruidos, sin tus vistas y sin tus cosas. Puestos así, todos juntos, son un montón de días, inmensamente grandes, difíciles de transitar, a veces en primera y otros días en quinta a fondo.

Son 100 días que me cambiaron y me conectaron con mi esencia más primitiva. Días que me enseñaron devuelta quién soy, qué quiero, qué amo y qué me gusta. 100 días que pasaron, 100 días que quedaran en la historia, en mi historia, en la historia de esta argentina perdida en San Pablo. 100 días.

6.11.13

A 218 días del Mundial

Si bien muchos esperan el Mundial de Fútbol, por las calles de Brasil todavía no se siente la cercanía. Es muy loco pensar que en pocos meses, ya cuando empiece el año, van a estar todos fascinados por el fútbol y va a ser el monotema de conversación.

Nosotros recién hace unos días, más precisamente el sábado pasado y gracias al cartel de la foto, nos dimos cuenta de lo poco que falta para que la pelota empiece a dejar su magia.




Por esas cosas del destino, ayer terminamos recorriendo una galería en San Pablo que instaló una exposición de gente, sobre todo chicos, jugando al fútbol en diversos terrenos brasileños. 

La verdad que vale la pena mirar estas fotografías y empezar a sentir el calor del Mundial. Acá pueden encontrar algunas de las fotos: http://www.caiovilela.com.br/projetos/bola-de-rua/

5.11.13

São gringos

Cuando estás en otro país, para algunas personas perdés la identidad y pasas a ser simplemente un extranjero. Da lo mismo el país de donde vengas.

Hace unos días, cuando estábamos haciendo el check in en un hospedaje, en nuestra ficha estaban escritas dos palabras en letra enorme: são gringos. Sólo eso, no importaba nada más.

Por mencionar otros ejemplos, para una vecina de la posada era austríaca porque hablaba rápido y no me entendía nada. En cambio, para el vendedor del mercado eramos españoles porque hablábamos español o para un chico de un lanchonete playero era inglesa porque me vio rubiecita. Mi respuesta es siempre la misma: no, no, argentinos, de Argentina. De repente, cuando nombramos la palabra Argentina, surge el fútbol y la religión. Algunos van más allá, te hablan del asado y de Bariloche.

Uruguaya, chilena, española, austríaca, inglesa o simplemente gringa. Parece que doy un perfil muy diverso, pero poco argentino.

Eso sí, una noche cuando volvíamos en el metro, un nene de unos 6 años que viajaba al lado nuestro nos miró con curiosidad y parece que prestó atención a algo que nos decíamos con mi novio. Sin ningún tipo de vergüenza, el nene me empezó a mostrar un libro que tenía sobre dinosaurios. Abrió una página, me miró fijo y me la mostró. Como el nene estaba aprendiendo a leer, me leyó con algo de dificultad la descripción de uno de los animales que figuraban en su libro. Pero se esforzó para que yo entendiera lo que me quería mostrar. De su boca salió la palabra Argentinosaurus, mientras me sonreía porque lo había entendido.

Y sí, los nenes saben mucho más que los adultos.


http://www.nocturnar.com/imagenes/imagenes-de-la-bandera-argentina-Bandera-de-Argentina.jpg
Imagen de Nocturnar